
Se me junta en los labios la vida con los años,
Rozo el destino con mi espíritu,
Mi piel es un libro abierto en donde descansa mi signo,
La cuna de mis sueños desde que habito naturaleza…
Donde deje de ser la debilidad en un eje del tiempo,
La columna de lo que es un yo, sin desvergüenza,
Crecí en amor y en amor hábito libre, aunque imperfecta,
Porque me se bendición de mis hijos y valiente para sus miedos.
Por ellos he luchado cuerpo a cuerpo contra las malas épocas,
Sacar de entre las piedras el pan para sus hambres,
No llevar cadenas para serle de ejemplo,
Aprendiendo de los errores sin hundirme en el infierno.
Ahora germina en el vientre de la niña de mis ojos,
Un fruto que ahora comprendo por recompensa del Omnipotente,
Voy existiendo en esta alegría que inunda mi alma,
Ya no solo soy madre, seré abuela porque así lo quiso el cielo.
Yolanda Román
Derechos Reservados Noviembre 16,2007</center>