EL CAMBIO

No me hagas caso mi amor,
si me ves malhumorada,
tal vez me sienta cansada
o quizás tenga un dolor.
Sintiendo que me esquivabas
al buscar tu pecho hoy,
cuando el sueño no llegaba
y me negabas calor.
De espaldas a ti dormí,
llegada la madrugada,
me asaltaba el pensamiento,
de que capaz no me amabas.
Deslizé mis pies por dentro
de las sábanas heladas
encontrándome los tuyos,
que respuesta no me daban.
Fue allí que al fin comprendí,
que en algo estaba la falla,
dándome cuenta de ello,
cambiar al fin decidí.
Llegaste al día siguiente
y al verme corriste a mí,
me veías diferente,
arreglada para ti.
Sonriente yo te atendí,
con ese vestido hermoso
que nunca te agradecí,
perfumada con la esencia
que nunca usé para ti.
Eso deseabas de mí,
el saberte bien amado,
por la mujer que es tu esposa,
y la que duerme a tu lado.

Mujer de Espuma
Noviembre 2007
Derechos Reservados

</center></td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table></td></tr></tbody></table></div>