<center>¡¡DE PATRICIO...PARA DORAL!!
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<center>¡¡HABLAME CORAZON!!
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Parado frente a tí, ante tu dolor sin término,
ante lo cruel de tu destino,
ante tu amor incomprendido, déjame entenderte,
y pedirte: ¡Háblame Corazón!
Ante aquellas sátiras palabras hirientes,
ante la ofensa recibida sin piedad,
ante tu desconcierto y desaliento,
ante esa pena que quisieras gritar,
¡Háblame Corazón!
Te concedo el derecho de hablar,
no temas, por que tus palabras serán mías antes que del viento,
y para mi tienen el valor que tú le das.
Expón tu queja, sin temor
sin importar el ruido a tu alrededor,
¡Háblame Corazón!
¡Te comprendo!,
a pesar de la gente y las cosas que resolver,
me doy el tiempo requerido para entender lo tuyo,
¡Háblame Corazón!
Aunque para ti, corazón, solo deben existir tres cosas:
1.- Tiempo de espera,
2.- Humildad ante lo inevitable,
3.- Y capacidad de entrega.
PARA MI SOLO IMPORTA UNA, ¡ESCUCHARTE!
Estas tres cosas y muchas más… son
para mí importantes, por favor..
ya ¡Háblame Corazón!,
No sufras, no te tortures ante lo que ya es pasado.
el pasado está muerto y enterrado, no tiene regreso posible...
Yo soy tu presente… y si tu quieres
¡También tu futuro!
Tú no eres quién, para exigir que los demás,
se detengan en su loca carrera de la vida,
desesperada y egoísta para escuchar lo que murmuras,
¡Pero yo, si me detendré!
Para oír tus gemidos, penas, inquietudes
¡Háblame Corazón!
Tú deberías ya entender que ,
aunque fuiste hecho también para la soledad,
construido para el trabajo incansable,
diseñado para hacer de la amargura, miel,
y del cansancio, pretexto para seguir andando,
también, fuiste diseñado para AMAR,
por favor... ya ¡Háblame Corazón!
No se te ha dado el don de la palabra,
solo que sílabas ciegas sepas pronunciar,
y aunque sean escritas con sangre,
de forma ciega y sincera,
que jamás nadie verá en ti.
Yo aprendí a escucharte y sentirte a tí.
Ese discurso de tus necesidades, yo lo escucharé.
Además hay otros discursos más interesantes
que ése que has preparado para reclamar por tu destino
de tu esclavitud oscura y fría,
está el de tus sentires y tus anhelos.
¡Háblame Corazón Mío!
Y sigue ahí palpitando gloriosamente,
sigue enseñándome que la mejor oración es la paciencia,
que el mejor milagro es la vida,
y la mejor esperanza, es algún día el silencio total.
Agrega a estas cualidades,
el amor que estás dispuesto a entregar
¡Háblame ya Corazón, por favor!
Sigue dándome el ejemplo de la entrega sin reservas,
limpia, desinteresada y callada y sigue... sigue...
¡sigue adelante Bello Corazón!,
no tienes otro destino más hermoso,
que el de demostrarme tu capacidad de amor ilimitado,
entregado eternamente, para que haga pareja, con el mío.
¡¡ Hblame Corazón!! Las lágrimas no hacen ruido,
aun más si estas son de felicidad, que es provocada
al juntarte con el que se anida en mi pecho.
Y formar los dos ¡Un Gran Amor...!
´digno de guardarse para siempre
en el más absoluto de todos los silencios,
o en el más fuerte de los gritos:AMOR Y LIBERTAD,
y algún día... ¡¡Gritar ese amor al mundo
en vez de extinguirlo en el Silencio Total!!
¡¡HABLAME CORAZON!!
¡¡Tú y yo vivimos en este mundo,
pero somos un mundo aparte!!
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Un hombre especial
Patricio Cárdenas
(Todos los Derechos Reservados)
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(Previa autorización tutorial original)
México, Octubre del 2006
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