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¡Que sueño profundo el de anoche!
Enfrente de mí, tan cerca de mis manos,
tu piel mensajera sin ser primavera
tomaba la miel que te ofrecía mi cuerpo
entre besos y piernas germinó lo perfecto,
el vacío...el balcón de tus ojos trofeos.
¿Quién entiende mis palabras cuando escribo?
si son solo tuyas y de nadie más...
no hay excusa para que tus párpados
se queden cerrados para no soñar.
Invierto mis ganas en plasmar imágenes
libros, notas, tardes enteras, espalda y verdad,
para dejar entre líneas la paga que el cielo
no quiso darte a cambio de mi libertad.
Eres mi sueño y anoche lo sentí
taladrando el sentido de estar dentro de mí,
tomando el veneno de sexo profundo
y loca contigo me fui de este mundo.
¡Que sueño mi sueño de anoche!
soporté la prueba porque se que es presagio
de muchas otras noches que quiero contigo
entre brisas marinas y gorjeos de niño.
Avellaneda/Agosto/2003
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