en el sendero que une tu mente y la mia,
aunque los plumajes oscuros..
ahora entibien tu gelida mañana..
por la tarde...
el frio que nació del viento
seguirá postrado en tu almohada.
Dejo tintes de caracolas blancas..
que resuene para siempre
el sonido del mar en tu cama..
El cielo se cubre de negro..
las trompetas claman su trofeo,
más yo...
te recibiré en el manto de espuma
que fué siempre tu aposento.
Te espero...por que no creo
que las miradas ausentes...
te hallan echo olvidar mi recuerdo,
que las puntas de miles de alas
no pueden con mis deseos.
Que te amo...
y la verdad del color azul..
se extiende en tu orilla
acoplandose a tus pies
...colocandose en tu vida.
Que me han robado tu mirada...
pero a tí no la mía..
No seas Ícaro...
que no cambien tus escamas plateadas
por alas que arden frente al sol.
Vuelve al mar...vuelve a casa.
