


Todos los días el sol llega a la triste ciudad,
oscuras bestias deambulan por entre ruidos y chillidos
bajo un cielo donde el bien y el mal ya están engendrados,
y ya divisando la noche,
el solitario levanta su cara para recibir la luz de las estrellas
que siempre lo acompañan en su triste caminar..
La sin razón se va quedando poco a poco atrás,
los muros de cemento ya no se distinguirán
y los parques solitarios cobijaran la mirada oscura de la sombra errante que bajo un árbol descansa mientras mira su hada danzar,
mientras el duende del mal congela la imagen atormentando el alma del que quiere descansar en paz…
¡Oh! Dioses que furiosos descargan su ira contra mi, sacudiendo mi ser
y lacerando una y otra vez mi alma errante, que solo busca descansar en paz en aquella luz de su hada que no se cansa de danzarle y cantarle...
hermosa luz de ada