A los pocos días un comisario pasó por ahí y al ver el autobús volcado llamó a la puerta de la casa del granjero y le preguntó que había pasado con los políticos que iban a bordo, y le contestó que los había enterrado.
- ¿Estaban todos muertos? preguntó el comisario.
- Pues algunos dijeron que no, pero ya sabe usted que mentirosos son los políticos.




