Funambulos sentires,discordantes al espiritu,cuecen,hacen escamas,la lluvia no purifica más que el trueno,
ardo en el tedio inocultable de las horas,practico un ritual,sagrado,matutino,traigo a colación aguijones de escorpiones,
me inclino en la oscura sombra de tu ingle,imitamos entonces llantos perdidos,un poco mustios,como las rosas del jarron,en su constante vocación de aromas,la soledad rebota en las paredes o se mece en la hamaca contemplandonos,mi piel conspira con el dolor y tu lengua sana un poco mis heridas,el tiempo en desuso de mi pelvis,con su abundante saliva,asi como mi gato sabe curar sus llagas
Maria Elena Aldana_Marie


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