había heredado
de mis antecesores;
muchas riquezas,
como primogénito
de mi alborada,
de mi estirpe de reyes,
con la sangre
corriendo por mis venas
sangre de azteca
Mi Heredad....
contaba entre
mis principales riquezas,
discos de oro,
que semejaban soles o lunas,
anillos, brazaletes
que adornaban mis brazas
representando la magnitud
de mis antecesores
collares de verdes chalchihuites
simbolizando la tradición reyana,
conciliando a mis generaciones
bezotes de negra obsidiana
dando imagen de guerrero
capas y fajas de finísimo algodón
cubriendo la majestuosidad de mi alma
riquisimas plumas de aves peninsulares
provenientes de mis amadas selvas tropicales
sentidos placeres poseerlas dignificando la raza,
cacles de cuero admirablemente adobado
sandalias de pita tejida con exquisito gusto,
cubriendo mis pies de rey de reyes,
esteras o petates de finas palmas,
teñidas con diversos colores,
para acomadar mi cuerpo en sueños magos
cómodos icpallis o sillones,
forrados con pieles de tigres,
Mi posesión....
Constituía mi mas valioso tesoro
un santocalli, para orar por mis hermanos
oía mi alma con devoción
las mágicas voces de mis antepasados
comulgando con estas voces
escuchaba las de mis reyes padres
rindiendo culto a sus estandartes
Gentiles Hombres....
se sucedieron en mi centro
denotando mirar dentro de mi pecho
para corroborar mi origen, mi cosmos,
así practicaban intentando
buscar mancha alguna,
a fin de engañar a mis herederos
para robar de mi tierra
mi heredad.
Leopardos....
Sus garras en las garras
De mis guerreros
Defendían mi esqueleto
Mi pueblo con sus campanas
Los caminos de la selva
Aporreaban sus sandalias
Sangrantes pies provocando
Llagas cocidas con hilo de yute
Agua de cristales de peyote
Sumían en desaforó los cuerpos
Cansados por la luz de la tarde
Difuminada por la luz mortecina
Victoriosos tamborileos acompasados
Por el danzar de los cuerpos
Anunciando la furia de los escudos
Y punta lanza, obtuvimos la victoria
Que reflejada en tus colobomos ojos
Sembró la vida de la gloria.
Y de mi Fe en los Hombres
