Bitacora de una noche comun

[angelus]

Tengo la cabeza sumergida en lava
entre gotas de fuego,
la orbita de mis ojos
esta perdiendo tecitura,
se me derrite la piel
y es que tengo tanto frio
con la cabeza sumergida en lava...

Quiero llevar mi corazon en la mano
y pasearlo por callejones
para que solito se escurra
y deje la sangre como alimento
de esos gusanos que rondan mi ciudad,
en retales perdidos, desvanecer
este inutil organo sentimental,
y es que estoy molesto de tanto frio
con la cabeza sumergida en lava
y el obseno palpitar cardiaco de mi cuerpo...

Tengo la mente perdida en un laberinto
estoy solo en el infierno
conviviendo conmigo, maldita suerte
de siempre encontrar mi sombra
cuando pretendo alejarme
de este rastro humano que escribe
su insomnio goteando sangre por las encias...

Tengo el alma clavada en un recuadro
difuminado que señala particulas segregadas
de la naturaleza, en cobre y acero
se va pudriendo mi alma clavada
a ese retrato azul de un demonio cualquiera...

Tengo las manos moradas
de tanto golpear paredes
que jamas han existido,
estan perdiendo el aliento
por querer encontrar un rastro de amor
en mi derretida piel...

Tengo las letras jodidas
porque jamas he podido contar
mi sueño completo, mi odio silente
mi amor insuficiente, mi dolor ausente,
me limito a contar como siempre
un simple poema impertinente
y es que las noches como esta
entiendo que mas que poeta
solo soy un suspiro perenne...

[Avellaneda]

<center>Dormito en este andén frío,
esperando que los verdugos
vengan a cortar mi cabeza,
quitándome el confort ganado.

El subconsciente arremete sin piedad
dictaminando lo que esta bien o mal
sin dejarme disfrutar un minuto
de mi ansiada soledad.

Pero ya todo me da igual.

Mi esqueleto, mi sangre, mi delirio
confundidos en dulce alarido
de monstruos descomunales
atreviéndose a ser banales.

Con la memoria de un guardián
que se establece en mi casa,
cargando las melancolías del mundo
sin querer ver la estrechez del espacio.

La hoguera de mi piel
ha llegado a su culminación
y las nubes con sus aguas
se derraman sobre mí.

No hay vuelta atrás...
los poros se abrieron
y no cerrarán jamás.

Ya todo me da igual.

Ave</center>

[angelus]

Dormitando en tu sueño, todo parece ser igual, pero por dentro hemos cambiado

En un mundo de agua, con seres nocturnos
dando vueltas en mi pensamiento,
una vieja herida respirando,
y el sentimiento una vez mas agonizando...

Todo cobra sentido asi tan facil
que pareceria una mentira,
la cera contaminando la luz,
mi respiracion intoxicandose,
por un segundo he percibido
un aliento a vida...

Y todo parece ser normal,
el vacio que invade mis manos
el aire colandose por la boca
el amanecer exhalando un sueño...
por un segundo he precibido un aliento a vida

[Avellaneda]

<center>AUSENCIAS

De añorar, de cantar, de soñar.
Son ausencias cortas,
son ausencias vagas,
son ausencias que ya no duelen,
que con mis lágrimas se entretienen.

Caminos rotos, bifurcados,
dentro de un mismo mar separados,
con el futuro a cuestas
con las señales puestas.

Ave</center>

[angelus]

Desperte de un coma de amor
y no aprendi las lecciones que me regalo la muerte,
desperte de un coma casi eterno
y todo mi mundo se habia reducido a la nada
ni lagrimas ni sonrisas pude encontrar
solo el permanente vacio que rodeaba mi piel
solo el silencio que me acompaño todas esas noches...
Y volvi a dormir, junto a esas paredes invisibles
que se pintaron de color tristeza
buscando un rastro de existencia en mi mente,
buscando los sonidos de la vida,
buscando un rastro de mi ayer...

[Avellaneda]

<center>¿Oyes el estruendo?
¿Sientes el volcán?
¿Miras el reloj?
¿Bebes del veneno que te doy?

¿Tienes miedo?
¿O solo contradicción?
¿Renuncias?
¿Te alejas?

Alcanza el plomo
enreda el entorno,
déjate de dudas
para pestes tengo muchas.

Contesta la jugada,
admira la minúscula capitulación
de los días en que no hay más sol.

¿Estas? ¿Te vas?
Cierra la puerta tras de ti,
pero deja el olor
que lo necesito para vivir.

Ave</center>

[angelus]

Siempre es preferible volverme un poco loco que abandonarme al dolor, nadie tiene el derecho de abandonarse a sí mismo, puede que el entorno se vuelva difuso y las miradas simples sombras que me asechan. Un minuto de locura me puede impedir alejarme para siempre de vosotros, un instante de dolor me lleva a esconderme, escudriñar las ilusiones y transformarme en la masa incorpórea que solo atiende llamados ajenos. Tomé el veneno y este cobrando vida fue reptando por la garganta encontrando solo vacío volvió su camino y se convirtió en un desecho... tengo un beso de plomo calentándose en mi mano, preferiría tenerlo enfriándose en mi cabeza... ¿pero conque derecho puedo abandonarme a mí mismo? Si jamás he podido terminar de escapar y de tanto esconderme mi piel se torno oscura... un minuto de sol termino con mí ultima locura, cuando se detuvo el medio día en el peor segundo de este día estaba ya perdido en el dolor. ¿Habéis escuchado a las aves hablar, en ese idioma que te taladra el cerebro pero que jamás entiendes? Si es así, habéis estado un minuto en la total locura y os habéis olvidado del dolor. Siempre es mejor volverme un poco loco que dejarme caer en el dolor.

El cielo tiritaba en la desolación
una nube lloraba su llanto gris
y los hijos de natura buscaban su refugio
de la eventual tormenta...

Atrapado en una cabaña, escuchando a Dios gritar,
supongo por estar enojado conmigo;
fui perdiendo, sin notarlo, ese rastro de soledad
que siempre me acompaña,
y con el llanto gris del cielo
pude escuchar a las aves hablar...

Tenían ese idioma sagrado que solo los Ángeles
comparten, y en medio de chillidos,
que se encajaban en mi oído fui perdiendo
la noción del tiempo aquel
donde el cielo tiritaba en la desolación...

Pude ver un rayo de luz clavándose en mi pecho
mientras el llanto gris de las nubes
y los gritos de Dios penetraban en mi odio
y lo deshacían, llevándose el pensamiento
suicida que me ataco aquella noche...

La eventual tormenta llego y se confundió
con él rió salado que brotaba de mis ojos,
en un minuto el silencio se hizo un todo
y los rayos de luz se retrajeron
abandonándome en la oscuridad...

Cuando las aves comenzaron a hablar
supe que estaba en un total estado de locura
y por ese instante no pude recordar
donde nació el dolor, el llanto gris de las nubes
se llevo él rió salado que broto de mis ojos...

El silencio total me dejo escuchar mi pensamiento
que si no aclaro las dudas, me permito
alejarme un segundo de mi tormenta existencial
"no estoy, no existo, no nado hacia ninguna orilla...
solo me quiero perder en las olas
de este mar eterno de realidad
y esconderme unos días quizás,
escapar tal vez del eventual entorno,
pero jamás podré desaparecer por completo
ni de mi ansiedad, ni de mis lujos de tristeza"
al final, no estoy solo, me acompaña
mi propia soledad...

Dios dejo de gritar, las nubes callaron su llanto gris
aquella cabaña perdida en un total estado de devastación
no pudo apaciguar la sonrisa que me broto
de aquel instante de lucida locura...
la puerta sé cerro, pero pude percibir
los rastros de los caminos que aun se pueden andar

[Avellaneda]

<center>Tengo fiebre desde ayer
todo por la osadía de querer ser apóstol,
deseando llevar a la salvación
lo que no me correspondía.

Fue dura la faena.
Llegó el momento en que me sentí
extenuada y alarmada
de hacer lo que no quería.

Terminé reventada
con el trauma dentro del cuerpo,
con el trepidar lacónico
de la paz no deseada.

Jornadas dobles o triples
que me dejan el corazón
como yema delicada
y las tripas agarrotadas.

La lealtad tan cuestionada
me envuelve segura
de que soy la fatalidad
disfrazada de maga.

Asumiendo la &#8220;V&#8221; victoriosa
mientras el patíbulo se llena
con los puños en alto
mitad odio, mitad llanto.

Disponible mi humedad
para el mejor postor
como mercado
de vecindad.

Y yo sin poder odiarte.

Ave</center>

[Am@nd@]

Acordaos.
La nieve traía gotas de lacre, de plomo derretido
y disimulo de niña que ha dado muerte a un cisne.
Una mano enguantada, la dispersión de la luz y el lento
asesinato.
La derrota del cielo, un amigo.
Acordaos de aquel día, acordaos
y no olvidéis que la sorpresa paralizó el pulso y el color
de los astros.
En el frío, murieron dos fantasmas.
Por un ave, tres anillos de oro
fueron hallados y enterrados en la escarcha.
La última voz de un hombre ensangrentó el viento.
Todos los ángeles perdieron la vida.
Menos uno, herido, alicortado.

RAFAEL ALBERTI
(España-1902)
De "Sobre los ángeles"

[angelus]

<center>Tengo fiebre desde ayer
todo por la osadía de querer ser apóstol,
deseando llevar a la salvación
lo que no me correspondía.

Fue dura la faena.
Llegó el momento en que me sentí
extenuada y alarmada
de hacer lo que no quería.

Terminé reventada
con el trauma dentro del cuerpo,
con el trepidar lacónico
de la paz no deseada.

Jornadas dobles o triples
que me dejan el corazón
como yema delicada
y las tripas agarrotadas.

La lealtad tan cuestionada
me envuelve segura
de que soy la fatalidad
disfrazada de maga.

Asumiendo la &#8220;V&#8221; victoriosa
mientras el patíbulo se llena
con los puños en alto
mitad odio, mitad llanto.

Disponible mi humedad
para el mejor postor
como mercado
de vecindad.

Y yo sin poder odiarte.

Ave</center>

Con los brazos de la fiebre
que aùn abarcan mi frente
lo he pensado mejor
y desatarè
las serpientes de la vanidad
el paraìso es escuchar
el miedo es un ladròn
al que no guardo rencor
y el dolor
es un ensayo de la muerte

En la piel de una gota
mis alas volvieron rotas
y entre otras cosas
ya no escriben con tinta de luz

El paraìso deviene en infierno y
luego se queja
y sin que nadie se mueva
¿quièn lo arregla?
gestado en mis escombros
de pastoso paladar
el disparate del caos
me derroto
con palabras de alabanza

En la piel de una gota
mis alas volvieron rotas
y entre otras cosas
ya no escriben con tinta de luz

Heroes Del Silencio

Hicieron de mi casa un patibulo, hize de mi mente ruinas... ya solo queda el corazon y la imaginacion para escapar

[angelus]

en el teatro de mis fantasías
perdí la razón de vivir
en el juego constante del llanto
la actuación evolutiva del dolor
ajeno y perdido en lunas guiadas
por las fuerzas oscuras de la improvisación...
se perdieron los guiones que dibujaban
la sonrisa, esa que te brota cuando niño
ahora brinco de botella en botella
intentando no recordar;
en los días perdido entre almas oblicuas
y en la noche departiendo con extraños
que no conozco y que mañana no recordare
a veces tropiezo con mi conciencia
pero de dos tragos la alejo de mí,
intento regresar a mis fantasías
pero deje el teatro cerrado por dentro
trato de crear otro
pero a mi alma ya no le interesa
solo me queda seguir brincando
con la esperanza de algún día resbalar
y caer al vacío.
solo queda bailar en ese escenario
con un único espectador
y la música repitiendo
la melodía que trasluce mi melancolía,
todo se termina al cerrar los ojos,
seria bueno poder cerrarlos
solo mientras dure la muerte

[Am@nd@]

La función se demoro, hubo mas de un retrazo razón, emoción y fe llegaron tarde sus líneas sin aprender y sus ensayos INCONCLUSOS, observábamos en medio de un silencioso llanto como el escenario se desvanecía, frágiles emociones bailaban a nuestro entorno, era mentira toda la obra como siempre la enormidad nos rebaso.

Esa canción que se repite de manera monótona, levanto el rostro para buscar tu mirada, salva un trozo de cielo para mi te lo suplico, arranca un poco de fe y regálame la flor de la esperanza, aleja mis recuerdos de una vez y para siempre, dame paz, detengo mi lista de peticiones para reflexionar, siempre pidiendo más y más, mejor deja ver que queda en mi alma para reconstruirlo y brindártelo.

[angelus]

Regalame tu alma y deja guardarla dentro de mi locura, deja que por un segundo me pertenezca todo lo tuyo y olvide lo poco que queda de mi... la danza de temores que me rodean, surcan mis nubes intoxicadas y en esta noche que podria parecerse a cualquier otra no encuentro un motivo para olvidar...

[Am@nd@]

[Am@nd@]

Soy el que sabe que no es menos vano
que el vano observador que en el espejo
de silencio y cristal sigue el reflejo
o el cuerpo (da lo mismo) del hermano.
Soy, tácitos amigos, el que sabe
que no hay otra venganza que el olvido
ni otro perdón. Un dios ha concedido
al odio humano esta curiosa llave.
Soy el que pese a tan ilustres modos
de errar, no ha descifrado el laberinto
singular y plural, arduo y distinto,
del tiempo, que es de uno y es de todos.
Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.

JORGE LUIS BORGES
Argentina-1899
De “La rosa profunda”