hecho con una excelente amiga poeta.
Cada noche
en mis sueños
elevo una plegaria
y la envío hacia el norte
buscando en ella
tu beso
aquel que deslizaste en mis labios
y que hiciste girar en mi cabello
prometiendo que regresarías
Cada noche te recibo en mis sueños
Rezo tu plegaria, rezo la mía
La envío hacia el sur
Encuentro en ella mi destino
Y ya regreso abrazo a tu cabello
Cumpliendo mi promesa
Aquella que amparan mis huesos
Sembrando alegrías
Añorando las nostalgias de tus besos
Desde entonces
mis palabras
se han convertido en la música
que se vierte en mi alma
como un pocillo de colores
agrupando el océano
y las marejadas
la luna me envuelve con su reflejo
Cierro el circulo de espera,
Con música Mozartiana,
Violines de Villafontana,
Tocando en tu balcón,
Las marejadas y los océanos,
Agrupados en tu mano,
Los controlas, eres dueña de mi nave.
Mi plegaria
entre el galopar de corceles
y los vientos orientales
traen tu voz
dormida en mi pecho
como una caricia
como una dádiva
entregada con los labios
y mis ojos se endulzan de tu recuerdo
Mi Plegaria, tu plegaria,
Entre el galopar de mis corceles,
Acuna da mi pecho,
Con tus caricias como dádivas,
Entregado a tus besos,
Amando tu cuerpo,
Sintiendo tus costillares en mi costado,
Amándonos de nuevo.
La lluvia
los días soleados
la nieve
rozan mis ventanales
cristales
hielos
sueños que se entrecruzan
con tu silencio
mi boca
que sueña dibujar en tus manos
mis caderas
pintar mi cordillera
lagos
cielos
témpanos
aguas azules
donde dejo navegar mi amor
en esta noche de plegaria.
Eres mi musa y como no había de escribirlo,
mujer Araucana si por ti vivo,
es tu figura la que enciende esta hoguera,
mi cuerpo siente hambre.
Buscan ávidos ojos tu frutal árbol,
y no tarda en descubrir lo hermoso,
de ese fruto celestial que amparan sus raíces,
divisar en el es sentir que la gloria me alcanza,
posesionarme de tan bello portento,
de la naturaleza humana, liga los conciertos,
todos aquellos de factura bethoviana.
Mi plegaria, tu plegaria
Jesús Moreno Gómez
