Un frío intenso recorrió mi espalda
Te debo dejar...
Por un momento mi corazón dejó de palpitar
Te debo dejar...
Mi alma se comenzó a desquebrajar
Te debo dejar...
Se me apagaba la luz de la esperanza
Te debo dejar...
Una soledad gris y fria presagiaba como en una agonía
Te debo dejar...
Y un dolor de muerte atravesaba todo mi ser
Te debo dejar...
mi cuerpo entero agonizaba
Te debo dejar...
Sin piedad alguna sentí esas palabras
en mis oidos, se escuchaban relampagos de fuego
que hacian mi cuerpo tambalear
fui presagiando mi dolor
ya no era yo...
Te miré a los ojos
y en ellos no habia piedad.
Te debo dejar... de mi ya no sabras jamás..
Cerraste la puerta, no miraste hacia atrás
y yo sin saber que hacer
sola quedé, quieta,parada, entumecida.
con un grito silencioso,
desgarrador, que de mi garganta no salió.

