





Si algún día me ves triste
no me digas nada, sólo quiéreme.
Si me encuentras en la soledad de la oscura noche
no me preguntes nada, sólo acompáñame.
Si me miras y no te miro
no pienses nada, sólo compréndeme.
Si lo que necesitas es amor
no tengas miedo, ámame.
Pero si alguna vez dejas de quererme
no digas nada, sólo recuérdame.


