pasar...sentaros.... poneros cómodos.
Disculpad no tengo nada que ofreceros de beber,
ni siquiera un café...
mi nevera siempre está vacía,
es una cueva inhóspita y helada en la que me pierdo.
Hace frío? Lo sé.
Se rompió el cristal de la ventana
y la puerta está llena de fisuras.
Creo que este va a ser un invierno gélido y largo.
Si tienes tiempo os contaré al calor del brasero una historia triste,
de encuentros y desencuentros...
de pasados sin futuro...
de paréntesis infinitos.
Aquel gato?
Se marchó en uno de mis descuidos.
Me di cuenta cuando sus ojos verdes
se quedaron colgados de las estrellas,
cuando empezó a maullar a la luna lánguidamente,
y a recorrer las habitaciones como poseído
...sin rumbo.
No escapó
...le dejé ir y aún me quema
la marca del picaporte cuando abrí la puerta.
Se hace tarde?
Yo tengo el reloj parado...
estoy suspendida de un punto sin retorno...
en una pausa dolorosa.
Quiero compartir con vosotros
la pesada carga de la memoria,
poblar vuestro cerebro de mis recuerdos
y aliviarme de esta sensación sin nombre que me ha cogido cariño.
Otro día?
Cualquiera... no tengo fecha
sólo un calendario de hojas muertas
y entre este silencio y el que vendrá,
sólo un instante de caras desconocidas
...de cuerpos sin vida... de nuevos cadáveres.
Yo seguiré aquí....
cavando fosas y limpiando de flores marchitas
....mi mausoleo.
