

Razonablemente..... tú estas en mi traviesa mente,
desde aquel día en que mire tus facciones
y caí en el universo del Amor casi inerte.
Meritoriamente..... tu estas en mi dichoso corazón,
desde cuando tus manitos tomaron las mías
y me condujeron al cielo..... gracias mi Amor.
Eternamente..... tú estas en mi Espíritu y Alma,
desde cuando mi ser astral de ti se enamoro
y mi mundo universal se lleno de calma.
Irremediablemente..... tú estas en mis tiernas necesidades,
desde el instante de besar tus labios
y acariciar tu piel libre de maldades.
Finalmente..... tu estas infinitamente en mi esencia,
desde cuando por vez primera te soñé
y de mi virginidad arrebataste mi inocencia.