UN SUEÑO DE NIÑO

[panchovarela]

UN SUEÑO DE NIÑO


Para Ricardo Rodríguez de Castro, mi primo piloto de combate
que pasó su juventud preso
en las mazmorras de la Cabaña en La Habana
por abrigar un sueño de niño una vez
que la revolución le tronchó para siempre...


Tengo ansias de ser de nuevo aquél que fui con mis locuras de niñez,
sin pensar en las manchas del sol ni en la trascendencia del Átomo.
Aún ansío vivir indefinidamente de aquellas fantasías sexuales que eran solamente imaginarme una muchacha desnuda, sin desear mas nada,
pues mas nada sabía, y más nada nadie me contaba.
Eran los días de 1957, en una Cuba efervescente pero tranquila.
Eran todas las aspiraciones de un niño de doce años en un país lindo,
adonde el sol salía todas las mañanas y entraba en mi sin pedir permiso.
Mi prima Xiomarita fue mi primer laboratorio de experimentación
y yo el de ella debajo de la mesa del comedor,
cuando mi abuela se alejaba, y jugábamos a los Taxis.
Fue la ingenuidad mas linda y más tranquila la de mi niñez.
Pasaron dos años y quise cambiar a Xiomarita por los aviones,
Tenía un primo bastante mayor que yo piloto de Jets de Combate
(los T-33) que tenía la Fuerza Aérea de Cuba que era mi ídolo de la niñez.
En 1959 triunfó la Revolución y empezó a cambiar todo.
Empezaron los fusilamientos, la nacionalización de las empresas Norteamericanas,
mi primo el héroe fue condenado a 20 años de prisión según decían
por bombardear la base de Cayo Loco en Cienfuegos,
y en el juicio le decían esbirro y asesino.
Yo lloraba calladito frente al televisor, porque aquello era mentira,
el no era esbirro ni asesino, él era mi héroe, era piloto de combate
y yo quería ser como él.
De aquella ingenuidad aquella Revolución lo fue cambiando todo
y me fui volviendo un rebelde que era lo que estaba mas de moda.
Una tarde en Barlovento una urbanización de gentes
de mucho dinero que es como una especie de Venecia
en medio de la playa de Miramar,
aún quedaban gentes de aquellos ricos
de los que hablaba Fidel sin haberse ido de Cuba.
Y una tarde de visita en casa de un médico con mi padre allí,
vi subido medio en el agua, medio en tierra,
un avión Anfibio SeaBee al cuál un señor
le estaba ajustando su único motor.
Era una avioneta de aluminio de 4 plazas bien humilde,
y yo la vi como un bombardero B-26 Invader
de los que habían en Cuba o algo así.
Yo le pedí permiso al señor aquél para entrar a la cabina.
Allí quedé petrificado para siempre, era mi primer avión de cerca,
mi primera vez sentado en una cabina, en el asiento de un piloto,
aquellas maravillas que se mostraron ante mí,
me convencieron esa tarde
que mi vida y mi gran pasión era volar,
ya mi bicicleta, a partir de aquella tarde
fue obsoleta y la usaba solo para ir
a ver los aviones de guerra a la base aérea cercana a mi casa
y soñar despierto.
Me fui de voluntario a alfabetizar, una de las grandes mentiras de aquel gobierno
ya que allí casi nadie aprendió a leer ni a escribir,
solo algunos campesinos aprendieron a “dibujar” su firma.
Eso fue todo, y allí empezó todo todo para mi.
Terminó aquella campaña de alfabetización
y Fidel pidió “pilotos para la patria” y creo que el
primero en aquella lista fue mi nombre.
Fue solo mi pasión por volar,
pues aquél gobierno siempre me importó muy poco, ya que oía a diario “desbarrar” de los Nortemericanos y yo era Norteamericano
pero nadie lo sabía allí.
Me sentía un enemigo en silencio de todo aquel sistema
calladito sin decir nada.
Pero lo logré, pocos meses después me vi con un instructor de vuelo
en la pista de aquella base cerca del mar, cerca de mi casa, presto a despegar
en la cabina de un AT-6 Texan amarillo precioso,
miré hacia mi derecha y me pareció mas allá de la cerca ver un niñito
mirando mi avión desde su bicicleta mientras me saludaba con su mano
como solía hacer yo solo dos años atrás con los pilotos que se iban...
Y así fui mi propio héroe y el de mis primeras novias.
Pocos meses mas tarde mientras llevaba un B-26
para la base de San Antonio de los Baños
me recordé de aquél SeaBee chiquitico en Barlovento
que me inspiró para subirme en este bombardero grande y de verdad,
y me di cuenta como ya dije una vez antes
que no hay nada que pueda evitar la realización de uno de nuestros sueños,
cuando estamos dispuestos a pagar un precio por él.
Después que realicé éste mi sueño de niño, la pintura llegó después,
y me llevó de la mano por el mundo y aún me lleva,
pero aún cuando vuelo hoy en día me recuerdo cuando era niño
azorado detrás de aquella cerca de aquella base de Ciudad Libertad
soñando ser un día un piloto de combate como mi primo Ricardito.


PANCHO VARELA
Octubre 30 2003
8:01 PM

[una gaviota azul]

Querido Pancho

Este ha sido una de las historias que más me han gustado, quizás porque se cumplen sueños anhelados, y se mantine el recuerdo de un ser tan especial que llega a ser un héroe.

He ido aprendiendo contigo, que los sueños se cumple cuando uno le pone el corazón y no los abandona, porque los sueños no tienen precio sino perseverancia.

quien sabe si ese otro niño que te saluda llegó a donde quiso llegar, o se quedo tras las rejas de una pista pegada al mar veindo y entregando sus sueños, como tantos.

si tines ansias de volver a ser quien fuistes, con tus locurtas... solo dejas salir ese ser tan especial que hasta ahora a permanecido oreso en los recuerdos.

LAs cosas empiezan a cambiar, hasta la historia....
Gracias por dejarme detener el vuelo
Un beso

[The Wolf]

Una historia que motiva
un abrazo amigo

[panchovarela]

"La cobardía es asunto de los hombres no de los amantes,
los amores cobardes no llegan a amores
ni a historias, se quedan allí..."
así le cantó Silvio a Estilita enamorado una vez,
y ya Violetica tiene 32 años.
Así te digo yo ahora con todo su permiso.
Lo que pueda decirte, ya te lo he dicho todo,
mis palabras ya sobran aquí.
Gracias te doy por enseñarme de nuevo a ver brillar el sol con alegría.
gracias le doy a la vida por haberte podido conocer,
te veo a cada momento con tus banderas
y tu pañuelo atado a tu cabeza,
y soy feliz por primera vez en años desde que murió mi hijo.
Ojalá seas tú la verdad como dicen los ancestros,
ojalá tu llegada sea próxima, y que Dios quiera
que nadie se quede triste ni perjudicado con esto
y que el sol brille en todo su esplendor para todos.
Un beso bien lindo para ti, leona de carita alegre.
PANCHO

[panchovarela]

Muchas gracias por tu comentario tan halagador.
Nunca te había visto, pero bienvenido.
Gracias por leerme
PANCHO