
Nunca te soñé
como una gran roca
que se devolvería aplastándome,
jamás te vi como una puerta
que al abrirse
no condujera a ninguna parte.
Sin embargo eres hoy amor mío
ecos de un pasado
inundando de bellos recuerdos
mi mundo, este que respiro…
…los que llegan como hojas secas
viajando en el viento
con los sonidos del silencio
a mis oídos y los aturden.
Recuerdos que aguzan los vértices
de cada ángulo de mi cuerpo,
donde no hay lima alguna,
ungüento o llanto de luna
que las aristas suavicen
y este profundo dolor curen.
Pero no logro entender
sabiéndote muerto
¿Qué hacen mis manos
tan lejos de ti?
Y mis cabellos…
Por el viento despeinados
¿Por qué no pueden enredarse
entre tus dedos?
Siento ese vacío
que dejó tu imponente presencia,
esa separación obligada
por una muerte inesperada…
…Cuanto quedó atrapado
en nuestros labios,
frases que aún viven dentro de mí,
como aves enjauladas
que queriendo volar hacia ti,
impedidas se encuentran…
¡Cuantas palabras desvastadas!
Mi boca deja escapar tu nombre
y te llama,
pero tú no respondes
o yo en este plano
no puedo oírte,
porque en este mortal mundo
no existes…eres nada.
Y estas lágrimas…
¡Cuánto pesan en el alma!
Esas, que no brotan,
las que gota a gota percolan
para acumularse en el acuífero
oculto dentro de mí ser,
alimentándo pertinaces
un río de melancolía
y mares de tantos planes
que quedaron huérfanos,
y como una maqueta
sin su arquitecto
se quedaron inconclusos.
Llanto amargo
que si brota quema
como un corrosivo ácido,
lastimando los ojos al buscar
en este laberinto de angustias
la ubicación de un traga luz
por donde poder escapar.
¿Y que hago?
¿Acepto la desdicha
de no estar presente?
¿de no existir en tu mundo?
…Simplemente es dolor
de no estar donde tú estás.
Aquí me encuentro
aún tratando de sobrevivir
a un inexplicable duelo,
buscando respuestas,
revisándome sin luz que a mis pupilas
hábilmente genere espejismos
que a mis esperanzas engañe.
Y no recuerdo
por más que pienso
cuando fue que me convertí en espectro
y dejé de ser humano
para seguir viviendo
cuando soy en vida un muerto.
Se descosen los sueños
mientras hago el amor con ellos…
Y ellos me miran contemplativos
como doy inicio al éxodo
de tantos codiciados anhelos.
Todo está dicho
y si de algún lugar puedes verme,
amor mío no voltees a contemplar
como lentamente me desintegro
para convertirme en despojo
de un querer que ha sobrevivido
al tiempo y a la muerte.
No me imagines en horas de gozo
porque eso es imposible;
bajemos el suiche,
quisiera apagar de mi memoria
tantos hermosos recuerdos.
Y si no soy luz,
tampoco en ella
reflejo un punto de sombra.
Tan solo soy unos cabellos
que actúan como hilos conductores
de infinitos pensamientos
y en este presente,
en este ahora,
una sinapsis rota…
Un proyecto de cariño sin futuro,
un cerebro trepanado
para un sueño de amor
que flota libre en el aire
planeando en el cielo
con los motores apagados.
Y estando viva
en la carne estoy muerta…
¿Existo?...Ya dudo que existo…
La vida es ante mis ojos gris,
en mi tacto de textura viscosa
y en su naturaleza arisca y terca…
Tan solo un cadáver enterrado
en algún lugar del plano
con toneladas de olvido.
Artemisa904
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