ANTOLOGÍA DE LA MANZANA
-
- Novato
- Mensajes: 46
- Registrado: 27 Mar 2003, 17:02
- Ubicación: España
ANTOLOGÍA DE LA MANZANA
Paseose un día un despiadado gusano
contemplando los frutales que existían a su lado,
encontrose con una pera abierta
acercándose a su vera.
La perita bella por fuera
le permitió al gusano subirse a ella,
le susurró suaves melodías
ofreciéndole partituras de su ajada vida.
Y llegando a la zona del corazón
que enturbiado color halló,
decidió el gusano alejarse
hasta que la pera se maquillase.
Y tan solo le bastaron dos días
para encontrar otra ilusa reliquia,
maravillose ante su nueva fruta
pues tal brillo el no conocía.
Se acercó despacio
para no cometer ningún fallo,
y ni se atrevía a rozarla
por miedo a que ella se evaporara.
Y ocurriose que la manzana
preocupada por aquel solitario gusano,
le brindase su mejor mano
animándole a seguir caminando.
Conociose la manzana la historia
de la pera enlutada por la pena,
y no alcanzaba a entender
la indiferencia del gusano en todo su ser.
Y le aterró la idea
de convertirse en manzana vestida de negra,
más el gusano la tranquilizó
con palabras que el viento borró.
Pavoneándose estaba el gusano
ante los ojos de la manzana traviesa,
que decidió jugar para saber
quien lograría la primera estrella.
Le hablose el gusano
de cálidas experiencias,
de los rayos del alba
y de las noches viejas.
¡Oh, aquella manzana!,
¡atormentabase en las largas horas de espera!,
necesitaba la voz del gusano
como la llama necesita a la tea.
Prometiéndole el gusano andar a su lado
permítele la manzana probar bocado,
el gozo es tan intenso
que la manzana llora por dentro.
Más que ingenua manzana
que se fió del hábil gusano,
que mientras la acariciaba
la estaba devorando.
Despuntó los primeros rayos del alba,
marchose el gusano hacia otra planta,
sabiose la manzana sola
sabiose que esa era su historia.
Hay un pensamiento en un árbol frutal
la manzana cometiose pecado capital,
quiso ser estrella para yacer
junto al lecho de la luna llena.
Bautizaron los rayos del Sol al gusano,
marchose éste sin saber al alba
que el miedo de la manzana
era la despedida de la alborada.
Illuna 
