Pude soñar una mañana diferente,
que diera luz a los soles del querer,
y disfrutar en todo el tiempo del presente,
toda esa magia que emanade tu ser.
Y ante mis ojos sentí fervores convincentes,
que dieron fuerza a mi modo de vivir.
y tu mirada fue estrella en el camino,
que me enseñaba de nuevo a sonreir.
Mientras pasaron las horas dulcemente,
y el corazón volvió a brindar en la ocasión,
cuando mi esencia se fue acercando hasta la tuya,
y entre la noche surgió el misterio de los dos.




