Cosechas de lágrimas
Esta en sus treintas y pico, se llama Gabriela
Sentada entre piedras, observa sus manos
Uñas entre cortadas, sin gracia alguna
Denotan su trabajo duro: es la cocinera de la casa
Cuando le toca sazonar la carne, la pobre sufre….
Le tocara cortar cebolla, sus pestañas postizas
Se salen de orbita...un asteroide la a estropeado
Por mas enjuague sus manos en el rió, la pobre
Gabriela llora, tiene leña en su camino
El carbón le sale caro, recoge piedras de campo
Para que rinda el juego en su hoguera
La sopa de legumbre apenas alcanza, todo esta caro
Sentada apenas vende unos cuantos….
Nadie se dio cuenta, solo tenia una pestaña postiza
Así pasaba Gabriela sus tardes en las escalinatas de San Tomas
Ya en su casa, toma un baño frió, agua del rió y apenas hervida
Pasan las horas, la oscuridad se acerca…
Se escuchan los grillos, murmuraciones campestres entre las rocas
Su rostro aun sin señales del tiempo, la hace ver bella
Rastros silvestres con aromas a jazmín, con pasos ligeros…
Un día más, un día menos y que importa así es la vida de ella
Pobre viuda, con ganas de ser acariciada en sus noches
Muñeca de piel angelical, se pierde en su campo
Descalza con heridas en sus pies, así esta la pobre
Pero eso si, su sopa de primera nunca falla cada día
En la sucia escalinata del pueblo de San Tomas
Mocas, basura en su alrededor y así todos almuerzan
Pero llego la tarde, Gabriela tiene que partir
Recoge su mesa casi dañada con el tiempo
Las dos sillas y el resto de sus peroles
Cansada llega, sus manso con olor de cebolla
Cascadas negras, peinadas por ráfagas de aire
Llega la tormenta, no tiene leña la pobre Gabriela
Le tocara pedir limosna, es sola en la vida
Nadie sabe de donde vino, lleva la pena en sus venas
Pero el párroco le dio la mano, cocina para el
Ahora cubre sus pies, camina más cómoda
Recoge las limosnas los domingos, es feliz…
Sorpresa de la vida, esta mas digna de mirar
Le sonríe un verano a Gabriela, camina a pasos ligeros
Llega la tarde, sabe que llegara un aroma a jazmín a su encuentro
Y no se equivoco, vio la mía y la tuya
Gisella
