UN NIÑO "LIBRE"

[panchovarela]

UN NIÑO “LIBRE”

Recuerdo de un encuentro triste
Frente al Teatro Nacional de La Habana…

Insolente en aquella acera, surgió del fondo oscuro de los portales
del Teatro Nacional de La Habana, bastante cubierto de mugre.
¡Qué sincera su seriedad única de niño pobre
hijo del Subdesarrollo y la escasez, que sincero proveedor de un mundo infantil
ya misterioso y muy poco hogareño.
Su gran ingenuidad le manchaba las ropas, las manos, la nariz.
¡Qué crudo realismo, que experiencia que solo se puede vivir allí en La Habana!
Nada quiso de mi conversación o mis consejos, se limitó a rascarse
un ojo con el dedo pulgar, que bien pudiera haber sido
el de un Picasso o el de un Rodin en otras circunstancias.
Me dejó para siempre su infantil rostro tan recio.
Solo sus ojos tan negros como de hombre de mundo se mantenían puros.
Por eso quizás lo pude entender tan bien…
Hacía un ruido áspero y hasta grosero con su voz en el espacio.
Eran muy entradas las horas de la noche y él ahí parado en el tiempo: -Su tiempo-
Me arrojó a la cara con altanería y hasta con orgullo que hacía dos días que no comía por haberse marchado de su beca
y que no le hacía falta comer, pues era libre.
Sus tenis gastados, incapaces de hacer daño mancharon las escaleras del teatro
con una alegre huella chiquita que jamás olvidaré.
Todo me dio la señal de la vida tan cruda, de la pesadilla majestuosa de la sociedad
reflejada en una carita sucia de nueve años,
una cara que no será nunca una máscara, una cara que no tendrá vanidades ni rostro.
Esa carita que me hablaba recelosa, manchada de mugre, con falta de amor,
con necesidades vitales, esa carita que no fue capaz de pedirme nada,
pues según el lo tenía todo: Era libre.

PANCHO VARELA
Marzo 30 2003
8:55 PM

[Karilyn]

Hermosa manera de describir la tragica realidad en la que vive nuestro pais...

un abrazo....

[ANGEL]

Hermoso escrito, pero una triste realidad. Gracias por compartirlo

[una gaviota azul]

Una realidad no lejos de la de muchos otros... buscándo sentirse libres sin importar la miseria en la se puedan envolver.

Una realidad cruda que deja a la reflexión que indudablemente muchos de nosotros somos privilegiados.