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[align=center]EN TU PALACIO
En tu palacio mirando al infinito
esperando a un amor lejano y falso,
pasas los días con tu cuerpo semidesnudo
recién bañado y con aroma a duraznos
que no se marchita ni envejece,
las gaviotas te hacen compañía
pero tu no las ves, no las sientes.

Sueñas con el suave azul de su capa,
con el trueno profundo de su voz,
una sonrisa fácil de tu perfecto rostro
lo ilumina todo con sólo recordarlo,
has llorado cada hora, cada minuto
desde que elevó sus velas
y partió hacia desconocidos puertos,
con la firme promesa de regresar.

Sientes sus labios darle calor a los tuyos
y la brisa salada del mar
estremece los escondidos recuerdos,
cristalizan tus abundantes lágrimas
sobre el rústico y opaco piso
dejando una brillante alfombra
de tristezas y melancolías,
sólo suspiros se escuchan en tu habitación
desde que te dió el último abrazo.

Tejes y destejes el manto de tus encantos,
el más bello y terso de todos,
hilos de oro, seda pastel, bordes rubí,
sueñas con el regreso de tu amado,
sientes el lecho aun tibio por su cuerpo,
a pesar de estar frío y sin su olor,
un llanto amargo y delirante te consume,
y tu mirada perdida en la locura,
no ha logrado entender que nunca partí
y que mirándote como un lobo al acecho
siempre he cuidado tu sueño.

GUEPARDO[/align]
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