Para entonces yo era madre pero no dejaba de ser niña
poseía sueños, cuentos, historias en cuales creer
historias de caballeros de sueños y príncipe azul
quizás mi fantasía de niña me hacía soñar
quizás ese niño interno que todos llevamos me hacía volar
Pero se paró el reloj infantil marchitándose los sueños de niña
sintiendo la herida de ser mujer
por un amor, lejano, ausente, ajeno
negándose tras los años a perecer
porque triste es la vida sin en cuentos creer
Me reconocía sin tu voz porque eras mas amado que lo amado
ponía las estrellas en fila y tomaba en mi copa tu recuerdo
en medio del camino mi sonrisa se asomaba sin temor
en medio de la gran ciudad mis ojos iluminaban mas que el sol
porque amaba y creía en tu amor
Luego fue triste el sendero que divisaba
la senda lejana donde podría encontrar mi corazón
entonces mis sueños se iban marchitando se iban deteniendo
aunque amaba aun mas lo que amaba
mi caballero de sueños hundiéndolo en mis recuerdos
renunciando a mi secreto
Y para entonces yo era madre y mujer
no dejaba de ser niña quizás por eso me equivoqué
buscaba olvidar a aquello ausente, lejano
a mí verdadero amor
Madre Niña y mujer
- una gaviota azul
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MADRE, NIÑA, MUJER
Es un sentimiento muy bello. Lo has hecho claro y diafano. Omite sin embargo algunas preposiciones y silabas. Reconozco: no soy maestra(o) Pero todos, como yo aprendemos en el arte de la poesia. Senti mucho tu poema. Es bueno, mas que bueno.
ClaJor
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