SIN MAS ARMAS QUE OTRA AURORA

[panchovarela]

SIN MAS ARMAS QUE OTRA AURORA

Si el mar más profundo
siempre ha callado tantos dolores
puede ser que la felicidad completa
la hallemos aquí en la tierra.
Ya sé que los dolores desembarcan en las costas
o se hunden para siempre con mil brazos que pelean.
Apenas adorando a nuestros dioses o ídolos profanos
inhalamos mil esperanzas en nuestros rezos,
hasta que el luto iza su legendaria bandera
o el sol ve nacer un día todas nuestras ilusiones.
Hoy no he tenido más armas que otra aurora
y a esta hora, también duerme bajo las olas
del eterno horizonte de las madrugadas.
A esta hora, solo se escucha el silencio,
y mi eterno viaje en pos de las estrellas.
Fatigado, pero irrevocable con mi honor a cuestas
hago la guerra con mi sangre por trinchera
y mis lágrimas por armas,
siempre tan desnudo como si naciera.
Es por eso que, es respetable, la dignidad de los desnudos
que se visten solo para la Historia,
cuando ya sus cuerpos son despojos para la tierra,
y sus ideas, banderas para los mediocres.
Noche a día se engendran tras mil muros desconocidos
almacenando sus horas de pólvora secreta.
Noche a noche se despiertan los cobardes
con sus bolsillos llenos de ofensas.
Por esta causa tan vieja
muchas madres han dejado de besar a sus hijos
y muchos libros se llenan de ofrendas florales.
Luego, con sorna, los poderosos
son capaces de hablar de los humildes,
de los que nada tuvieron
cuando saben que nunca nada tendrán.
Luego, humildes morirán por mil carreteras de la vida
y en tantos océanos
y se achacarán las muertes a la ira de las tormentas.
Tendrá que llegar la mañana
que, en todos los rincones de los hombres, los verdugos tiemblen ajusticiados
caigan destrozados por la risa
del primer niño sin odio.
Quisiera tener el honor
de que el disparo que condecore de muerte
el último de los pechos antiguos
pudiera ser lanzado
como el viento de los huracanes
por la risa ingenua de mi hijo
que no sabe usar las armas, porque desconoce las intrigas,
pues ya lo inunda la muerte.
Sea pues la felicidad más profunda esa,
que borre todos los dolores,
la risa más espontánea del niño más humilde
frente al más cruel
de
los
opresores.

Noviembre 30,2000 (11:50 P.M.)

[anarepa]

SIN MAS ARMAS QUE OTRA AURORA

Si el mar más profundo
siempre ha callado tantos dolores
puede ser que la felicidad completa
la hallemos aquí en la tierra.
Ya sé que los dolores desembarcan en las costas
o se hunden para siempre con mil brazos que pelean.
Apenas adorando a nuestros dioses o ídolos profanos
inhalamos mil esperanzas en nuestros rezos,
hasta que el luto iza su legendaria bandera
o el sol ve nacer un día todas nuestras ilusiones.
Hoy no he tenido más armas que otra aurora
y a esta hora, también duerme bajo las olas
del eterno horizonte de las madrugadas.
A esta hora, solo se escucha el silencio,
y mi eterno viaje en pos de las estrellas.
Fatigado, pero irrevocable con mi honor a cuestas
hago la guerra con mi sangre por trinchera
y mis lágrimas por armas,
siempre tan desnudo como si naciera.
Es por eso que, es respetable, la dignidad de los desnudos
que se visten solo para la Historia,
cuando ya sus cuerpos son despojos para la tierra,
y sus ideas, banderas para los mediocres.
Noche a día se engendran tras mil muros desconocidos
almacenando sus horas de pólvora secreta.
Noche a noche se despiertan los cobardes
con sus bolsillos llenos de ofensas.
Por esta causa tan vieja
muchas madres han dejado de besar a sus hijos
y muchos libros se llenan de ofrendas florales.
Luego, con sorna, los poderosos
son capaces de hablar de los humildes,
de los que nada tuvieron
cuando saben que nunca nada tendrán.
Luego, humildes morirán por mil carreteras de la vida
y en tantos océanos
y se achacarán las muertes a la ira de las tormentas.
Tendrá que llegar la mañana
que, en todos los rincones de los hombres, los verdugos tiemblen ajusticiados
caigan destrozados por la risa
del primer niño sin odio.
Quisiera tener el honor
de que el disparo que condecore de muerte
el último de los pechos antiguos
pudiera ser lanzado
como el viento de los huracanes
por la risa ingenua de mi hijo
que no sabe usar las armas, porque desconoce las intrigas,
pues ya lo inunda la muerte.
Sea pues la felicidad más profunda esa,
que borre todos los dolores,
la risa más espontánea del niño más humilde
frente al más cruel
de
los
opresores.

Noviembre 30,2000 (11:50 P.M.)

no sere yo la primera que te dira que tu poema es histoico ¡¡¡
no se como piessas pero lo prefiero ¡¡¡es tan humano¡¡¡
lo lei paso a paso letra a letra y me gritaba a la cara su frescura
de esperanza ¡¡¡
aun y viendolo desde cualquier prespectiva , al menos a mi que me siento muy humana me hace bajar la cara de verguenza ¡¡¡
y yo me digo ser humano¡¡¡
auno no llego a simio a su lado¡¡¡
felicidades de un corazon español¡¡¡¡
anarepa anamari49

[Shyla]

Tendrá que llegar la mañana


:D Me ha gustado

[panchovarela]

Shyla
¡Que maravilla que encontraste este poema y que te gustó!
A mi me gusta mucho también.
Si, tendrá que llegar el día.
Yo estoy seguro que llegará.
Gracias por leerme.
Un beso.
PANCHO.

[panchovarela]

Muchas muchas gracias por tus elogios.
Gracias por leerme.
Un beso grande.
PANCHO.